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Publicado en: Mindfulness

7 actitudes básicas de la práctica del Mindfulness

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El otro día fuí al médico. Me tenía que hacer una revisión, porque me había aparecido un dolorcillo en el cuerpo. Después de la revisión pertinente me soltó: “te tienes que operar”. Así, en frío. Casi sin conocerme. Sin saber lo aprensiva que soy hacia los médicos, las enfermedades y las agujas.  Me quedé muy tocada porque no me gustan las operaciones. 

Una vez que salí de la consulta, inicié una investigación sobre qué consideramos que una persona es buena médica. Además de su profesionalidad y sus conocimientos, un buen médico debería tener  una serie de cualidades básicas

  • La mayoría de mis amigas consultadas, consideran que un buen médico necesita un alto nivel de dedicación hacia su profesión porque debe estar formándose de manera constante. 
  • La mayoría de mis compañeros de trabajo, consideraban que para reconocer que un profesional era buen médico, o médica, era imprescindible que se preocupara por las personas, por su situación general y no sólo por la dolencia específica. 
  • La humildad y el ser capaz de pedir ayuda a una compañera de profesión también se valoró como una gran cualidad para desempeñar este trabajo. 
  • Para mí, quedó demostrado que debía tener el don de la comunicación, para hacer llegar el diagnóstico al paciente sin producir angustia o sufrimiento y hacerle comprender la situación. 

Todo esto me llevó a reflexionar sobre las cualidades necesarias para poder desarrollar mi práctica de Mindfulness porque para todas las situaciones es importante desarrollar unas actitudes o cualidades específicas, acordes con la actividad. 

Cuando estudiaba para convertirme en instructora de Mindfulness, descubrí que para desarrollar una buena práctica del Mindfulness son necesarias 7 actitudes básicas: 

  • Mirada de niño: Observar el entorno y nuestras situaciones como si fuera la primera vez que la vivimos, sentimos, olemos o probamos nos permite mantener una mente abierta. Nos permite observar que no hay dos gotas de agua iguales, dos momentos iguales, dos rosas iguales, dos besos iguales,…. Nos ayuda a conectarnos al presente. 
  • No juzgar: Ser capaz de identificar tus sentimientos y emociones sin emitir un juicio sobre ellos, ni positivo ni negativo, es una de las primeras actitudes a desarrollar. La identificación sin opinión. El conocimiento sin emitir un juicio. El reconocimiento de la situación y su aceptación. 
  • Paciencia: hacia nuestra propia mente y sus desvaríos, hacia nuestra constancia, hacia nuestras emociones, hacia nuestras ocupaciones que no preocupaciones. La impaciencia solo nos conduce a sentir prisa, nervios, estrés, ansiedad o deseperación. La paciencia nos induce a la calma, a la aceptación, a la espera. 
  • Confianza: confianza en nuestra intuición, en nuestras decisiones, en nuestros sentimientos sabiendo que hemos llegado a ellos por decisión propia y no llevados por los nervios, la ira, la angustia o el miedo.
  • No esforzarse: Abandonar el hacer durante la práctica de la meditación es uno de sus principales beneficios. Olvidar el “tengo que” y disfrutar el sentir, el ahora, el instante, el presente, lo que está sucediendo en este momento. Desapegarse del resultado de la situación, desapegarse del cómo, es una gran actitud.
  • Aceptación: Quizás una de las actitudes más valiosas y que más cuestan con diferencia de llevar a cabo. Solemos estar tan seguros de A+B =C que olvidamos que a la vida le encanta jugar. Pensamos: si sigo las normas de la sociedad, tendré una buena vida. Y no,…. aceptar los cambios, aceptar la realidad como se está desarrollando, tal y como es, es una gran actitud. 
  • Soltar: Una gran actitud a cultivar. No acabo de entender por qué si somos capaces de soltar, por ejemplo, ropa que ya no nos sirve, no sabemos soltar emociones que ya no se alinean con nosotros. 

Iniciarte en el camino del Mindfulness y desarrollar estas siete grandes actitudes tiene premio:

  • Nos hace ser más disciplinados al practicar cada día un momento, un instante viviendo el presente teniendo presentes las siete actitudes. La disciplina es la clave del éxito. 
  • Ayuda en la gestión del cansancio, la depresión, el nerviosismo.
  • Fortalece tu confianza, al acabar con el ruido mental que producen tus pensamientos disruptivos. 
  • Libera tensiones producidas por el estrés. 

Si no sabes cómo incluir estas siete actitudes en tu vida, pero sabes que facilitarían tu vida exponencialmente, ya sabes, sílbame y ya voy.

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Paulina Lopez

Paulina López

“La pequeña que tiene grandeza”.
Eso significa mi nombre y así soy yo. Nací la pequeña de una gran familia y desde siempre he sentido que tenía que hacerme un hueco y buscar mi sitio en ella. La grandeza me llegó a los 40 años, cuando mi vida cambió de manera radical.

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