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Publicado en: Autoestima, Mindfulness

Cuidarse a uno mismo (3 pasos para volver al camino)

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Lunes, tres de la tarde:  Me he sentido abrumada porque el proyecto que tenía que presentar lo tengo sin acabar. 

Miércoles, siete de la tarde: la lista de tareas pendientes de hoy parece interminable y ninguna me apasiona ni me gusta: hacer la cena, tender la lavadora, poner otra, recoger la casa, guardar mochilas, preparar la comida de mañana. 

Sábado, nueve de la mañana: Descubrimiento. ¿Cómo voy a poder transmitir a los demás mi presencia, mi calma y mi paz, si no la he encontrado en mi esta semana?

Una de las primeras responsabilidades como instructora de Mindfulness es ser constante y consciente de tu propia práctica. Sólo se puede crear una comunidad, un entorno tranquilo y en paz, cuando uno se siente así, estable, feliz y rebosante de compasión. Pero esta semana me he descuidado. Eso hace, que transmitirle a tí, que me lees, cómo vivir más conscientemente me resulte más difícil. 

Rebobinemos. Empecemos por el principio, por las bases. Retomemos nuestros pasos desde el inicio para volver a sentirnos en el camino, o para iniciarnos si no estábamos en él. 

Primer paso: cuidar de mi misma

Para reemprender el camino de vuelta a casa, a la senda del autocuidado, tanto de la mente como del cuerpo, podemos dar el primer paso siendo conscientes de nuestro cuerpo y cuidando de él. 

Párate ahora mismo: en el centro del pasillo, en la cocina, en el sofá, allí donde estés y repite conmigo:

“Inspiro y soy consciente de mi cuerpo, 

Espiro y relajo todas las tensiones de mi cuerpo”. 

“Inspiro y soy consciente de los sentimientos que hay en mi, 

espiro y los acepto y abrazo con amor y compasión, con ternura”. 

(Plantando semillas, La práctica del Mindfulness en niños.)

El primer paso consiste en reconocer cómo estoy, cómo me siento, qué sentimientos he ido acumulando, las tensiones que he vivido, cómo se han acumulado en mi cuerpo y aceptarlas con ternura y amor. Ahora mismo, no necesitas reconocer ni saber qué te impulsó a vivir ese momento. 

Cuidarse a uno mismo - Good Vibes Only

No necesito conocer qué me llevó a sentirme nerviosa el miércoles porque aún me quedaban muchas acciones por hacer. No necesito volver a sentirme decepcionada porque mi proyecto no se acabó. 

Sólo necesito inspirar,  ser consciente de mis emociones,  dejarlo ir. Quizás tu mente traidora esté buscando el último mega reto que te permita liberarte. Quizás tu mente traidora te esté diciendo: es imposible que con dos tristes respiraciones se me pase esto que siento. Quizás tu subconsciente esté luchando por seguir manteniéndote en el nerviosismo, la inseguridad y el estrés. La mía también. 

Segundo paso: cuidar lo que me rodea

Sentarse a ver la tele, las noticias y Netflix parece un acto superfluo. Nada malo trae a mi vida. Sólo es un tiempo de desconexión después de un largo día.  

Pero no es así. Dedicas más de 30 minutos al día a ver todo lo malo que pasa en el mundo (más ahora en la situación actual). ¿Dedicas también 30 minutos al día a ver todo lo maravilloso que ha pasado en el mundo? Está claro que la información es necesaria, pero no sólo la sesgada. Y no me refiero a que busques noticieros  independientes que te den otra perspectiva, que quizás. Sino que despiertes y veas que miles de noticias maravillosas ocurren también. 

Por otro lado, te sientas, enciendes Netflix y además de violencia, traición, sangre, intriga, duelo no encuentras otra cosa. Lo sé, porque yo busco series blancas, que poder ver en familia y son escasas. Todo ese contenido se queda almacenado en tu disco duro. Tu cerebro lo registra como si hubiera sido una vivencia. Se te queda en el alma. Al menos en la mía. Hace muchos años que descubrí, que no puedo ver según qué contenido por la tarde noche porque después los sueño. Como el café. 

Lo mismo ocurre con las personas con las que te relacionas. En muchas ocasiones, cuando estoy hablando con una persona que me transmite malas vibraciones o que no me gusta cómo me trata, que me envuelve un escudo como a Violeta, la niña de la película de los Increíbles. Ese era su superpoder.

Cuídate de quién te rodeas y a quién dejas entrar en tu círculo.

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Tercer paso: iníciate en el Mindfulness o atención plena.

¡Había que barrer para casa! Una vez que hemos cuidado de nosotros, y de nuestro entorno, déjate seducir por el amor, la compasión, la consciencia vital que te aporta el Mindfulness de mil maneras diferentes.

Cuando el nerviosismo se apodera de nosotros, la insatisfacción,  la pereza, la falta de amor,… necesitamos escuchar la campana interior que nos dice: vuelve a casa, vuelve a casa, vuelve a ti. No te pierdas en la frustración, el enfado, el cansancio, la derrota. Vuelve a casa. 

Descubrir gracias a la práctica del Mindfulness y la meditación que mi mejor lugar soy yo misma, es maravilloso. 

Y ya sabes, si necesitas encontrar tu camino de vuelta a casa Dorothy, sílbame y ya voy.

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Paulina Lopez

Paulina López

“La pequeña que tiene grandeza”.
Eso significa mi nombre y así soy yo. Nací la pequeña de una gran familia y desde siempre he sentido que tenía que hacerme un hueco y buscar mi sitio en ella. La grandeza me llegó a los 40 años, cuando mi vida cambió de manera radical.

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